El amor por los vestidos de novia de la diseñadora Sara Omatos comenzó muy pronto. Desde pequeña disfrutaba admirando los escaparates de las firmas nupciales de Logroño, su ciudad natal, y soñando con llevarlos y con diseñarlos ella misma algún día. Ese día llegó. Tras estudiar Diseño de Moda, la logroñesa se animó a crear su propio atelier, Sara Omatos Atelier, de vestidos de novia donde crea piezas a medida para cada una de sus novias. Hablamos con ella sobre su trayectoria y sobre su día a día como diseñadora.
¿Cuándo empezó tu pasión por la moda?
La verdad es que no podría decir un único momento, desde que tengo recuerdo siempre ha sido una de mis pasiones. Vine desde Logroño, mi tierra natal, a estudiar Diseño de Moda a Valencia. Y después de terminar mis estudios, por circunstancias personales nunca me dediqué a ello, pero me encantaba diseñar looks para mí y los míos.
¿Cómo entraste en el mundo nupcial?
El sector nupcial siempre fue un sueño para mí, hasta que decidí apostar por ello, dejar mi trabajo y abrir una pequeña tienda multimarca en el corazón de Valencia. Vendíamos vestidos de novia de diferentes firmas nupciales, y durante varios años funcionamos muy bien. Poco a poco, los gustos de las novias fueron cambiando y notaba cómo comenzaban a decantarse por otros estilos que en ese momento no ofrecíamos en la tienda.
¿Fue entonces cuándo abriste el Atelier de Sara Omatos?
Como decía, poco a poco los gustos de las novias fueron cambiando, y fue justo antes de la pandemia cuando decidí lanzarme. Era el momento ideal ya que acabábamos de lanzar la primera propuesta para novias, llamada ‘Musas’, y tras un estudio de mercado y un rediseño de nuestra identidad de marca, llegó el cambio. Un cambio con un fin concreto, el de ofrecer a nuestras novias un trabajo de calidad, artesanal y único.
Trabajamos con diferentes tipos de crepés, rasos, organzas de seda, organzas bordadas, encajes, puntillas…
Sara Omatos
¿Cuál es tu filosofía de trabajo a la hora de diseñar?
Nuestras propuestas están centradas en vestidos de novia con una base, que principalmente nos sirve para encontrar las siluetas que mejor le sientan a la novia, o para que ellas se sientan cómodas mientras conocen nuestros tejidos, las formas, las caídas… En definitiva, buscamos que con estas bases, nuestras clientas puedan crear su vestido desde cero, de una manera fácil y muy intuitiva.
¿Cada vestido se hace a medida de cada novia?
Efectivamente, le tomamos medidas y en nuestro taller de Madrid se realiza el patrón, se corta y se confecciona cada pieza de manera artesanal.
¿Con qué materiales trabajas?
La verdad es que la variedad es infinita, trabajamos con diferentes tipos de crepés, rasos, organzas de seda, organzas bordadas, encajes, puntillas… En nuestras propuestas puedes encontrar incluso tejidos de fantasía con lentejuelas. Además, una vez al año viajamos a París, a la feria más importante de tejidos, para inspirarnos y encontrar los más especiales.
Cómo es el proceso una vez que una clienta os visita por primera vez?
El primer día hacemos una pequeña entrevista, sobre todo para conocernos, y saber un poco acerca de su boda, la ceremonia y el tipo de evento. Aunque la parte más importante es la de conocer los gustos de la clienta. Después pasamos a nuestro showroom, donde conoce todas las piezas que tenemos disponibles para probarse. Hacemos una selección de los vestidos que mejor encajan con sus gustos y comenzamos las pruebas. Según se van probando los vestidos, comienzan a cambiar en función de todas las posibilidades de personalización que ofrecemos. Es todo un proceso único para cada mujer que nos visita. Es más, si tuviese que elegir un solo lugar de mi Atelier, ese sería el probador, ya que ahí se hace magia.
Después de esta primera cita, dejamos que vuelvan a casa a despejar la mente después de todo lo visto. Y unos días más tarde, si lo desean, volvemos a quedar para tomar medidas y empezar el proceso de confección de su vestido. Toda esta última parte la realizamos en nuestro Atelier en Madrid. Además, siempre tratamos que las novias puedan tener entre 3 o 4 pruebas antes de la prueba final.
¿Qué es lo que más te gusta de todo el proceso que realizas?
Disfruto de todos los procesos, ya que con todos aprendo mucho. El primer paso creando las propuestas puede que sea una de las partes más creativas; después de esto, es increíble ver las piezas terminadas, con su movimiento, los detalles. Esa primera vez que ves el vestido terminado es mágico.
Pero si me tengo que quedar con solo un momento, sería el de recibir un domingo un mensaje de una de mis novias contándome que fue todo un éxito, que todo el mundo le dijo que el vestido la representaba perfectamente… Y lo mejor, que el vestido llegó a casa negro de todo lo que bailó a lo largo de la noche.
¿Qué consejo le darías a una novia que esté leyendo esta entrevista?
Que disfrute de la experiencia, que sea ella misma y que elija con el corazón, es muy importante tener la tranquilidad de que la persona que va a diseñar tu vestido de novia va a pensar en ella, y que sus consejos serán siempre para encontrar el look perfecto.