Nunca tuvo en mente la fotografía como profesión, pero al criarse en una familia de joyeros y artistas se despertó en él una afición por el arte que cristalizaría en su pasión por la fotografía. Acérrimo seguidor de romper las reglas, dispara la editorial de nuestra revista, que se convierteen el reflejo de su particular visión
Por Cristina Velayos
¿Qué te hizo dar el paso de forma profesional al mundo de la fotografía?
Mi infancia ha estado ligada al arte desde siempre. Crecí en una familia de joyeros, pero nunca lo vi como algo a lo que me acabaría dedicando. Dibujaba, pintaba, leía pero siempre tuve fascinación sobre las personas y sus mentes, por eso quería ser psicólogo. Mis padres me han contado que creaba escenas con mis juguetes y los fotografiaba con las cámaras de mi padre y aunque yo no tenga recuerdo de ello, me siguen enseñando esas fotos bromeando. La afición por la fotografía despertó en mi adolescencia, mi padre me enseñaba los calendario Pirelli y creció en mí un interés sobre la belleza femenina, ese interés lo empecé a explorar con mis amigas más cercanas. Fotografiar a mis amigas empezó a ser algo que hacíamos muy a menudo, yo las maquillaba, vestía, para nosotros era un juego. Recuerdo eso con ternura y estaré eternamente agradecido a ellas ya que muchos de los errores que cometes al principio de tu carrera yo tuve la suerte de hacerlos con personas que me querían y me apoyaban. Con ellas empecé a desarrollar mi confianza como fotógrafo y un portfolio. Eso me llevo a estudiar Fotografía y Moda a Inglaterra y terminar mis estudios en Milán. Al acabar, continué mi carrera profesional en España.
¿Por qué te decantaste por el mundo de la moda?
El mundo de la moda, a diferencia de lo que mucha gente piensa, es un mundo increíble en que el todos tenemos un lenguaje común. He conocido a gente que va a estar en mi vida siempre y me siento afortunado por ello. La moda es libertad, juego, romper con lo establecido y sobretodo diversión. La moda es hablar sin decir nada. Es una visión. Un impacto. En cuanto a lo personal, la moda para mi siempre ha sido el escudo con el que te enfrentas al mundo.
¿Cómo definirías tu estilo?
Mi estilo esta bastante ligado a mi niñez. Fui un niño demasiado sensible o vulnerable para lo que estaba impuesto como aceptable. Poco a poco, esa emocionalidad que en principio veía como un problema, se empezó a transformar en mi lenguaje. Empecé a cristalizar esa sensibilidad a mi forma de entender la belleza. En mi fotografía busco la abstracción y sentimientos como la melancolía, la nostalgia o la vulnerabilidad. Nunca me ha interesado lo real, lo palpable o lo común. Por eso a veces rozo lo onírico y lo etéreo encapsulando a las personas en un viaje a mi cabeza. La sutileza y lo delicado son piezas clave en mi lenguaje visual.
¿Qué trabajo te ha aportado más satisfacción personal?
Encuentro satisfacción cuando consigo plasmar lo que tengo en la cabeza a la realidad lo cual pasa pocas veces jaja. Pero sin lugar a dudas el trabajo que me ha aportado más satisfacción personal es fotografiar a Minerva Portillo y a su hija Mia para Vogue España. Por varios motivos, entre ellos por que tengo una relación muy especial con ellas y sabía que para Minerva fotografiar a su hija era un tema delicado. Juntos creamos una idea que plasmase el amor que sienten y a la vez que se sintieran cómodas retratándose así. La maternidad es una tema que me toca mucho ya que mi madre siempre ha sido una persona muy importante y especial en mi vida, por eso fue doblemente emotivo.Tanto ver la satisfacción de Minerva, como el participar en una de las cabeceras más importantes de este país, fue un sueño. Llena de orgullo tener una validación y confianza de gente tan pionera y talentosa.
¿Qué virtudes debe tener un fotógrafo profesional?
Es difícil contestar ya que cada fotógrafo es un mundo, cada cual tiene diferentes virtudes, fortalezas, etc. No creo que haya el kit perfecto de aptitudes para ser fotógrafo. No obstante, destacaría principalmente ser perseverante. Recibirás muchas críticas negativas, escúchalas y no te defiendas, deja que el trabajo hablé por ti. Si buscas dinero rápido, mal. Si buscas validación rápida, mal. Es una carrera de fondo y hay que estar preparado.Otra cualidad sería carácter, decisión e impulso. Muchas veces las sesiones son estresantes, hay bloqueos y tienes que encontrar la forma de ser resolutivo rápidamente y mantener la energía. Lo último que destacaría es estar siempre dispuesto a aprender. El ojo se educa cada día.
¿Qué consejos darías a alguien que tenga realmente ganas de enfocar su carrera profesional a la fotografía de moda?
Creo que ahora los fotógrafos buscan profesionalizarse enseguida y ese titulo imaginario de la sociedad de “eres fotógrafo”. Profesionalizar la fotografía tan rápido resta momentos de experimentación personal, de encontrar tu estilo. En tu carrera cuando hay clientes tu creatividad se puede ver afectada, así que tómate tu tiempo en probar, experimentar, equivocarte, aprender, desarrollar tu lenguaje y entender que quieres comunicar. Concéntrate en tu confianza personal antes de querer la validez de otros. Muchas veces trabajar con personas influyentes en la industria demasiado pronto puede ser igual de perjudicial que nunca trabajar con ellas. Al principio, los fotógrafos tendemos a desarrollar ideas muy ambiciosas o que requieren mucha producción. Nos inspiramos en grandes fotógrafos e intentamos replicar ideas similares con recursos escasos. Olvidamos lo importante que es dominar la simpleza, hacer de una imagen simple algo interesante. Cuando consigues crear una imagen sugerente de algo sin adornos, maquillaje, estilismo o decoro, nos es mucho más fácil ir incorporando nuevos elementos. Encuentra tu visión en la crudeza. Encuentra un equipo que te nutra, que compartais una visión común pero que a la vez desafíe tus ideas. No obstante, que no te frene no tener equipo. Puedes hacer muchísimas cosas por ti mismo. Yo no empecé a trabajar con equipo hasta 2/3 años haciendo fotos. Involucrarme en estilismo, maquillaje y peluquería me ha beneficiado mucho en entender y poder dirigir de una manera más coherente, útil y sensata. Déjate llevar por tu instinto y visión, no mires a la izquierda y a la derecha por que contaminará lo que quieras crear. Todos tenemos una historia que contar se trata de descubrirla.