Les presentó una amiga en común una noche de verano, cinco años después de ese primer encuentro Gemma y Gabriel se han convertido en marido y mujer con una romántica celebración de estilo campestre.
Siempre ella
Si algo tenía claro Gemma es que el día de su boda no quería dejar, ni por un instante, de ser ella misma. Buscaba un vestido con la espalda descubierta, ligero y romántico. Fue Raimon Bundó, para Rosas Rosa, quién confeccionó su traje en seda natural, con la espalda descubierta y drapeado en la cadera, siguiendo el diseño que la novia tenía en mente.
Toussete by José Puerta le dió un toque diseñando unos apliques joya para los hombros, a juego con la semicorona que lucia en la melena.
Un lugar mágico
Tanto la ceremonia como el banquete se celebraron en la Masía del Carmen, un espacio rodeado de naturaleza que conserva todo el esplendor del siglo XVIII. La novia llegó a la masía en un Merceden Benz 350 SL de 1976, recuerdo del abuelo del novio. Fue la novia quien se encargó de todos los detalles de la boda. Con la ayuda de Belinda Duart y las flores de El Taller de Clo creó un ambiente campestre con toques románticos, consiguiendo una noche mágica.
Como marca la tradición, los novios compartieron mesa con sus padres y hermanos.
Gabriel y su madre posaban así de felices. La madrina del enlace, Victoria Cuñat, lució un vestido brocado color verde agua de Luis Rocamora.Uno de los momentos más especiales para la novia fue la entrada del brazo de su padre, José Manuel Donderis. Llevaba un ramo silvestre con astilbe de color rosa palo, realizado por El Taller de Clo.
Así se hizo
El día 27 de junio
La hora 20:30 h
El lugar Masia del Carmen
El vestido Raimon Bundó para Rosas Rosa
Las joyas Familiares
Peluquería y maquillaje Victor Alonso// Amanda Asensi by Nars
El vestido de la madrina Luis Rocamora
Fotografía Alfonso Calza
El viaje Costa de California y Ruta 66