Cuatro generaciones avalan el buen hacer de Rafael Torres, la mítica joyería valenciana que suma 130 años de historia familiar. «Lo llevamos en los genes», aseguran casi al unísono los hermanos Rafael, Alicia y Javier Torres, que han convertido una herencia en una pasión compartida que se transmite al cliente. Su impecable trayectoria ha estado basada en la honestidad, la obsesión por la calidad y la empatía, «quien nos conoce sabe que en Rafael Torres va a encontrar un conocimiento profundo de las necesidades de cada persona que entra por la puerta», afirma Rafael Torres, gerente de la joyería.
Durante todos estos años de experiencia han visto además la necesidad de ir especializándose. Comenzaron con listas de boda -quién no tiene en Valencia algún objeto de plata con la firma de Torres-, y con el tiempo decidieron apostar por los relojes. «Hace 25 años empezamos a trabajar la relojería suiza como complemento necesario a la venta de joyería, que sigue siendo la punta de lanza», asegura Alicia.
Explica en este sentido que desde hace más de 60 años apuestan por diamantes de gran calidad, con un cuidado proceso de selección para que las joyas tengan unos diamantes de las mejores tallas, colores y purezas.
Prueba de su profesionalidad es haberse mantenido en un sector que no lo ha tenido fácil. De hecho, son de las pocas joyerías de calidad valencianas que permanecen, porque la mayoría ha desaparecido.
Según explica Javier Torres, «hemos asistido a la llegada de competidores muy fuertes de otras partes de España». Esta situación les ha llevado a reafirmarse en la apuesta inicial por la calidad. «Frente a la estandarización, ofrecemos un diseño personalizado», afirma. Esta joyería propia se complementa con marcas como Pomellato, Marco Bicego, Gold&Roses, Pesavento y Dodo con estilos y presupuestos muy distintos.
Su capacidad de adaptación ha permitido que en los últimos años hayan optado por una venta omnicanal. «Hemos sabido reorientar el negocio hacia la parte digital, mostrando lo que hacemos a todo el mundo con un simple clic a través de la web y las redes sociales». Rafael Torres cree que el sector de lujo siempre va a funcionar, y «lo que debemos hacer para competir es ser hábiles, estar atentos a los hábitos y tendencias y lograr saber qué quieren nuestros clientes».