Mayrén eligió para su enlace una tarde de verano, en pleno agosto mediterráneo, una tarde calurosa atenuada por el frondoso jardín donde se celebró la ceremonia, una joya cuidada con mimo, generación tras generación, y que ha sido testigo de los acontecimientos más importantes de la famila Beneyto. Los Santonja (oriundos de la localidad por parte de la madre de Mayrén) son una institución en Beniarbeig: más de tres generaciones han estado unidas a este pueblo de paredes blancas y aroma del mar. El escenario no podía ser más idílico: cañas de bambú, un magnolio frondoso y gigante, palmeras de más de cien años y plantas mediterráneas que creaban un ambiente donde los aromas de la naturaleza y las flores que adornaban el lugar se fundían en una perfecta armonía.
El ramo de la novia era un bouquet de peonías rosas que lucían alrededor unas pequeñas rositas,
las flores preferidas de la novia, regalo de Mercedes Zaforteza.
La decoración floral de la celebración fue una creación de Javier Feliu.
EL CORTEJO
Mayrén llegó al altar apadrinada por su hijo Alfonso Manglano, y precedida por las risas de lo gemelos Alfonso y Pablo, hijos de Alfonso, que llevaban unas guirnaldas de flores, y su pequeña hermana Irene, que tiraba pétalos de rosas al paso de la novia. Jorge y Quico, los hijos de Irina, más formales y mayores, llevaron los anillos, y Jorge dijo unas palabras que se había preparado él solo y emocionaron a todos.
LA NOVIA
La novia llevaba un vaporoso vestido de corte ibicenco diseñado por Marta de Diego. Bajo la falda lucía unas impresionantes enaguas vintage que, al moverse, asomaban tímidamente, pertenecientes a la madre del novio, Conchita Hernández. Sobre los hombros, un tul de seda natural recogido con un broche de formas vegetales que acompañaban a los pendientes, todo ello de Antonio Rodríguez, y un precioso anillo en forma de rosa regalo de Ramón, de Armando Martínez.
En la foto: Mayrén junto a sus nietas,
las hijas de Alfonso: María que lleva en brazos a Irene, e Isabel.
CENA MEDITERRÁNEA
La velada fue una fiesta familiar y divertida. Sobre el blanco mantel de lino de la familia y atendidos por el propio servicio de la casa, se sirvió una cena con productos de la tierra, pescados y frutas y platos elaborados por Salvador Martí.
LA FIESTA
El brindis se inició bajo las notas de la Traviata, una vez el cielo comenzaba a anochecer y se encendían las guirnaldas del jardín; un brindis que le dedicó a los novios el hermano de Mayrén, Juan Carlos, y que culminó bajo unos coloristas fuegos de artificio.