Desde aquel día en que se conocieron en la Universidad surgió la química y, al poco, empezaron su relación. Después de un tiempo en el que Alejandra se marchó a vivir fuera, retomaron su relación y Ximo le pidió matrimonio, tras comer en el mismo restaurante donde se encontraron por primera vez
CEREMONIAS TRADICIONALES
Siguiendo la tradición de los padres de ella, la pareja contrajo matrimonio en la Iglesia Mayor de San Jaime de Vila-real. La posterior celebración fue en Torre la Mina, con 320 invitados y a plena luz del día.
UNA APUESTA SEGURA
Aleste Atelier diseñó los dos vestidos que hicieron más especial el día de Alejandra. «Elegante, pero con un toque diferente”. Así define ella misma su vestido de novia, el cual quería que estuviese hecho con tela ligera y cómoda, con mucho movimiento al andar.
LA MEJOR COMPAÑÍA
El instante más mágico se convirtió en anécdota. En el «sí quiero», su momento más esperado, Ximo no consiguió ponerle el anillo a Alejandra y, al final, fue ella misma quien se lo colocó.
El propósito de la pareja fue que asistieran todos sus amigos y familiares posibles e hiciesen de su día una fiesta de luz y alegría. «No faltó casi nadie, no estuve nada nerviosa y todo salió espectacular», recuerda la novia con una sonrisa en la cara.
