Por Nuel Puig
Puede que estas disciplinas, a simple vista, parezcan de lo más dispares, que no posean nada en común, no obstante ambas comparten afinidades en sus propósitos estéticos. Es bien sabido que ambas se han ido actualizando a lo largo de la historia para reflejar y retratar diferentes periodos. Cada época histórica, posee su característica arquitectura y, por supuesto, su consiguiente estilo en el vestir.
Desde el estudio de interiorismo SINMAS, nos fascina el diseño en todas sus facetas y no hay duda que existe un claro nexo de unión entre ambas disciplinas. Muchas veces la moda se la presenta con calificativos de efímera, temporal, y juega con conceptos como el espacio, el volumen y la geometría, términos que también se encuentran presentes en la identidad arquitectónica de un periodo concreto.
Al fin y al cabo, tanto diseñadores de moda como arquitectos crean espacios que necesitan del cuerpo humano para generar movimiento y ser utilizados. Estos espacios son cambiantes y se adaptan a cualquier persona. Del mismo modo que en la alta costura se elabora a medida un traje específicamente para alguien, en SINMAS intentamos captar la esencia de una persona y trasladarla al espacio. La elaboración de proyectos para clientes o el diseño de producto se traduce en un proceso creativo, que bien se asemeja a la elaboración de una prenda. Desde el estudio nos encanta recalcar nuestra labor multidisciplinar, donde vemos el diseño de un modo holístico. Para una persona creativa no hay límites en la imaginación; por eso no es extraño que creativos dedicados a alguna rama del diseño, de pronto decidan aventurarse a otra rama artística.
En definitiva, para ambas disciplinas el nexo de unión se establece en la “estructura” y el interés en los nuevos procesos de diseño y fabricación para generar nuevas estéticas que reflejen la actualidad. En palabras de la diseñadora por antonomasia, Coco Chanel: “La moda es arquitectura, se trata de proporciones”.