La economía española ha comenzado a recuperar su actividad tras meses de paralización. A medida que avanza el proceso de desescalada y se llega a la “nueva normalidad”, más áreas se reactivan. Sin embargo, para el sector nupcial el proceso no está siendo tan sencillo. ¿Cuáles han sido los efectos de la crisis del coronavirus sobre los profesionales que se encargan de la organización de bodas? ¿Cómo serán las ceremonias en los próximos meses? El Observatorio Matrimonios que ha realizado el portal profesional Prontopro.es ofrece un panorama completo sobre las bodas en España.
Las decisiones de las parejas ante el Covid-19
Aunque las autoridades permiten ya la celebración de bodas en todo el territorio nacional, son muchas las parejas que han decidido aplazar el sí quiero. Este 2020 será, posiblemente, el año de las bodas de otoño e invierno, esto pese a que tradicionalmente son la primavera y el verano las estaciones favoritas.
Tras una encuesta realizada a más de 400 parejas que se encontraban en la fase final de la organización de su boda, se determinó que el 97% decidió aplazar la fecha de su enlace, principalmente para el cuarto trimestre del 2020 y el primer semestre de 2021. El 82.5% de las parejas aplazó la fecha por la preocupación de que sus invitados no pudiesen asistir a este momento tan especial. De este porcentaje, el 67.3% recibió facilidades y apoyo total por parte de todos los proveedores de su boda para el cambio de fecha. Menos del 3% de las parejas decidió cancelar su celebración, esto debido a la preocupación por la falta de asistencia y por la presión ante la puesta en riesgo de sus familiares y/o amigos.
Disminuyen las solicitudes de servicios de organización de bodas
Así como ha sucedido con muchos otros sectores, la crisis del coronavirus y las medidas de confinamiento tomadas por el Gobierno para frenar la expansión de la enfermedad, ha supuesto una caída en las solicitudes de servicios profesionales relacionados con la organización de una boda. La demanda de enero a abril cayó un 40% en comparación con el mismo período del año pasado, y si tenemos en cuenta el servicio más solicitado, el fotógrafo de bodas, la disminución llega al 46%.
Las empresas que más se han visto afectadas son aquellas que ofrecen un servicio con productos perecederos, en su gran mayoría empresas de caterings y decoración floral, ya que muchos habían invertido en la compra o en la producción de la materia prima necesaria para celebraciones que se llevarían a cabo en el segundo trimestre del 2020.
Sin embargo, de acuerdo a una encuesta realizada a más de 300 proveedores, el 87% de ellos asegura que puede ofrecer facilidades para el cambio de fecha sin tener una pérdida grande de su empresa. Mientras que, pese a la difícil situación económica derivada de la emergencia sanitaria, los novios se muestran dispuestos a mantener el presupuesto que tenían destinado para ese día especial.
Vitoria la ciudad más cara para casarse, Málaga la más económica
De acuerdo con el informe, una boda para 100 personas tiene un coste medio de 20.150 euros; un valor que varía dependiendo de la zona donde se realice. Por ejemplo, Vitoria es la ciudad donde es más caro casarse; darse el sí quiero en la capital del País Vasco puede llegar a costar 25.000 euros; mientras que Málaga es la más económica, con un coste medio de 13.740 euros.
El top 5 de las ciudades más caras para organizar una boda lo ocupan: Vitoria, Bilbao, Pamplona, Madrid y Palma de Mallorca; mientras que las 5 más económicas son: Málaga, Mérida, Santa Cruz de Tenerife, Toledo y Murcia.
Las localizaciones preferidas para las bodas
Debido a las limitaciones de aforo y a la necesidad de mantener un distanciamiento social, el lugar de celebración escogido para darse el sí quiero adquiere una importancia aún mayor en la actualidad. De acuerdo con el informe, Madrid y Valencia se decantan por los restaurantes, mientras que en Andalucía existe una preferencia por las villas. En Castilla y León observamos una inclinación hacia la elección de palacetes.
Más bodas civiles que religiosas
Otro de los datos que revela el estudio está relacionado con el tipo de ceremonia que eligen los novios españoles. A nivel nacional, el matrimonio civil, prevalece notablemente, con un 80% frente al 18% de bodas religiosas. Diferenciando estos datos geográficamente, únicamente encontramos una mayoría en la elección de celebraciones religiosas en Asturias. El resto del país se decanta, con gran diferencia, por los matrimonios civiles, siendo en Madrid y Castilla-La Mancha donde más se hace patente esta diferencia.