A principio del siglo XXI, en 1923, dos jóvenes hermanos montaron un taller de corsés que sigue en funcionamiento hoy en día, cuatro generaciones más tarde
De una sola pieza, desde las caderas al pecho y sin sujetador, así eran los corsés en el siglo pasado, cuando hace cien años se fundó Alberola. En aquellos años, la venta de telas a particulares para la confección de corsés y sus complementos era lo que movía el mercado, cuando se llevaba el color salmón, pero también el rosa o el negro. Uno de los hermanos fundadores de la empresa se casó con una de sus clientas, conocida por ser una de las mejores corseteras de Valencia. A partir de ahí introdujeron en el negocio la parte de taller.
Con los años han expandido su mercado al campo de la lencería de novias, maternidad, clínica y deporte. El negocio abarca desde corsés para novias, para trajes de valenciana o de clavariesa, costumbres de hace un siglo que se mantienen con el paso de los años, incorporando, eso sí, los últimos avances. Además, Alberola Lencería cuenta con marcas muy conocidas, además de trabajar con productos personalizados.
LOS CORSÉS DEL SIGLO XXI
Con los años, Alberola ha expandido su mercado y abarca maternidad, clínica, deporte y, por supuesto, novias, con una gran variedad de productos de las mejores marcas que se adaptan a cada mujer y cada vestido.