Ahora, lo más importante es estar en casa. Trabajando, pero en casa. ¿Te has organizado un espacio? Es crucial para ser productivos y para no perder la perspectiva.

Busca un lugar iluminado y un espacio en el que puedas tener todo lo que necesitas, a ser posible, sin agobios. Y esto se consigue con… ¡organización! El orden ayuda a centrarse en la tarea. Por ejemplo, usa contenedores para objetos pequeños que puedan perderse y deja la mesa solo con lo esencial.
Rodéate de cosas que te inspiren calma: una planta, un calendario, una foto que te encanta. Los colores neutros ayudan a la concentración y tenerlo todo ordenado produce sensación de tranquilidad.
Una silla cómoda y levantarse cada hora para dar un pequeño paseo también ayudan.
Recuerda: trabajar en casa es posible y hasta le cogerás el gusto… ¡incluso con poco espacio! ¡Ánimo!