El diseñador Nicolás Montenegro desvela su primera colección nupcial dentro del marco de la Valmont Barcelona Bridal Fashion Week, que este año se presenta en formato digital, a través de un vídeo –que ya puedes ver en su página web– en el que destaca el talento innato del sevillano.
Abril es el nombre que ha elegido para mostrar al mundo sus primeros diseños de moda nupcial. “El mes de abril siempre ha sido para mí un símbolo de renacimiento y de luz. De ahí que, en plena pandemia, decidiese iluminar mis creaciones y mi vida a través de la pureza del blanco creando, por primera vez, una línea de vestidos de novia”, afirma el creador.
Con el blanco como punto de partida, Nicolás Montenegro ha querido deleitarse en la creación de una colección luminosa, que abraza el renacer de la primavera. Los detalles de cada uno de sus vestidos transmiten una libertad única que se refleja a través del movimiento de exquisitos tejidos, algo curioso si tenemos en cuenta que fueron diseñados cuando la Covid-19 nos privó de esa libertad. “Este abril ha sido único por todo lo que hemos vivido como sociedad. Por eso era muy importante para mí transformar toda la furia que veía en el exterior en algo alegre, puro y sincero. El resultado de todos aquellos sentimientos es este, mi Abril particular”, comenta Montenegro.
La colección está realizada en su totalidad en los talleres de su pueblo natal, Lantejuela (Sevilla), con tan solo 3.000 habitantes, queriendo potenciar así la artesanía y el talento local. “Creo que estamos en un momento en el que tenemos que aprovechar nuestro savoir faire y ser conscientes del gran legado artesanal que tenemos en nuestro país”, asegura. Está compuesta por 16 diseños en los que se ve una alianza clara entre el prêt-à-porter y creaciones que, por su espectacularidad, podrían enmarcarse dentro de la Alta Costura.
Desde vestidos de novia que cincelan la silueta como si de una escultura se tratase, a la volatilidad de las sedas y la organza –tejidos fetiche del diseñador– que construyen volantes, escotes arquitectónicos y lazadas XL, en muchas ocasiones presentados en lugares inesperados. Además del encaje, que se dibuja sobre los vestidos como el elemento romántico infalible en la marcha nupcial; Montenegro presta especial atención a los botones, a los que trata con maestría en mangas y sobre todo tipo de texturas.
Un Abril exquisito y sincero que ensalza el valor de la artesanía y que, gracias al expertise de su diseñador, conjuga la naturaleza de lo sostenible con los tejidos más ricos y sofisticados que una novia puede desear en 2021.
