Carito y Germán vuelven a traer chefs internacionales a su casa, en una cena única e irrepetible para doce comensales con un desfile de platos y una propuesta disruptiva.
La noche del 31 de enero, 12 comensales disfrutaron de una cena exclusiva bajo la batuta de tres grandes chefs. Carito Lourenço y Germán Carrizo invitaron al chef guatemalteco Diego Telles a crear junto a ellos una noche especial, donde sus platos inspirados en el libro sagrado de los mayas convivieron con los platos insignia de los chefs argentinos afincados en Valencia.
La cocina de Diego tiene un estilo vanguardista y único en Guatemala, inspirada en el libro K’iche Popol Vuh, unos de los pocos libros indígenas que se salvaron de la quema. Flor de Lis, su restaurante, forma parte de los mejores 100, siendo el #51, de The World 50 Best Restaurants Latam. «Comemos cultura, servimos historias», así define Diego su cocina.
Cultura que comieron los comensales en platos como «Tostada de ceniza de chiles y amaranto, rellena de ancas de rana y hormiga gigante”. «Nuestro lema en Fierro siempre ha sido dejarse llevar», comenta Carito, «y la noche del 31 de enero no iba a ser menos», afirma Germán.
Entre texturas irreverentes, el viaje de los comensales continuaba con explosiones de sabor de los platos más característicos, como el también cocinado en Madrid Fusión: «Ostras valencianas y algas», un bocado de mar en el que intervienen más de 12 algas diferentes, la evolución de un plato que ha marcado desde el primer día el menú de Fierro. Un ambiente cercano y exclusivo, donde la pasión por la gastronomía recorría los 57 m² del restaurante.
«Este tipo de uniones en las cocinas son muy interesantes, son una propuesta de valor que suma y aporta a la ciudad de Valencia, tener con nosotros a un chef como Diego Telles que está incluido entre los 50 mejores restaurantes por The World 50 Best Restaurants Latam trayendo su particular aporte a la gastronomía, es un lujo», reflexiona Carito.
De la misma manera que para Diego cocinar junto a chefs como Carito y Germán con una Estrella Michelin en una noche exclusiva en Valencia es muy gratificante: «Uno cuando viaja acumula cultura. El compartir cocina con Carito y Germán es un momento único. Estamos fundando recuerdos y a la vez, estamos entregando parte de nuestras raíces en cada plato».
«Estas sinergias nos sitúan en el mapa internacional a todos, y además, nutren a
nuestros equipos, estrechamos vínculos, todos aportamos, todos aprendemos y todos disfrutamos», afirma Carito.