Los niveles de ansiedad y estrés han aumentado en los últimos meses como consecuencia de la pandemia. La farmacéutica Rocío Escalante, titular de Arbosana Farmacia, nos ofrece algunos consejos que pueden ayudar a controlar la tensión y recuperar la calma.
La pandemia de la Covid-19 nos ha cambiado la vida. Aunque se van relajando las medidas y la desescalada nos permite ir retomando la actividad, las secuelas del confinamiento y de la crisis sanitaria van a ser diversas. Según la farmacéutica Rocío Escalante, titular de Arbosana Farmacia «las preocupaciones por la salud, pero también por el trabajo, por no poder ver a la familia, por tener que retrasar eventos importantes como una boda, la convivencia con la pareja y la familia 24 horas seguidas, el teletrabajo, las tareas de los niños… han provocado un incremento importante en los niveles de estrés y ansiedad, además de otros problemas de salud como los dolores de cabeza, trastornos del sueño e incluso problemas en la piel como la dermatitis».
Aunque en los casos más graves conviene consultar con un profesional de la psicología, la farmacéutica ofrece algunos consejos que pueden ser útiles para recuperar la calma y reducir el estrés.
– Técnicas de relajación: meditación, mindfulness, yoga, respiraciones… son técnicas que podemos hacer en casa, con ayuda de tutoriales y que son efectivas para controlar la ansiedad y el estrés. Estas técnicas nos ayudarán a conciliar el sueño, una de las principales consecuencias que tiene la ansiedad.
– Hacer deporte: el deporte no es solo bueno para nuestro cuerpo, para mantenernos activos, perder peso… El deporte es muy bueno también para la mente: ayuda a desconectar y sentirse mejor. Aunque te cueste, hay que intentarlo y para que te enganches te aconsejo que encuentres una actividad que te guste: bailar, hacer bicicleta mientras ves tu serie favorita, caminar, etc.
– Crear un ambiente de relax en casa ayuda también a calmar la ansiedad. La Covid-19 nos ha obligado a permanecer en casa gran parte del día, sobre todo a las personas que pueden teletrabajar. Estar en un lugar ordenado, aireado, limpio y relajante es mucho más importante de lo que pensamos para la mente. Trata de mantener en orden tu casa, deja que entre el aire a diario, evita fumar, mantén una cierta limpieza y crea un ambiente relajado con ayuda de aceites esenciales y velas.
– Minimizar el uso de las pantallas. Es inevitable no usar móviles, tablets, portátiles… pero hay que minimizar su uso, sobre todo por la noche, para evitar que alteren nuestro sueño, una de las consecuencias de la luz azul que emiten. Si trabajas pegado a un ordenador, intenta pasar tu tiempo de ocio lejos de las pantallas y relaja la vista cada hora, mirando por la ventana.
– Pasear por el campo. Ahora que ya podemos movernos un poco más, también podemos recuperar los paseos por espacios naturales: parques, bosques, jardines, montañas… Pasear por un entorno natural ayuda reducir el estrés, despeja nuestra mente, reduce la fatiga intelectual y nos ayuda a desconectar.
– Baños y duchas relajantes. No todos tenemos una bañera para darnos un baño que nos recuerde a estar en un spa, pero sí tenemos una ducha. El poder calmante del agua está demostrado, así que ¿por qué no convertir ese momento en especial, poniendo atención en lo que haces y mimando tu piel? Exfolia la piel, aprovechando para darte un masaje desde los pies y subiendo por todo el cuerpo. Hidrata después con una loción o un aceite y disfruta ese momento de bienestar que también te proporcionan los productos de belleza.