Clasificados como servicios básicos y libres de las restricciones aplicadas por el gobierno a otro tipo de negocios para frenar la propagación del Covid-19, los supermercados han sido capaces de dar respuesta a un suceso de compras compulsivas inédito en nuestro país.
Si las plataformas logísticas han actuado a pleno rendimiento para garantizar el suministro de más de quince millones de familias, los empleados de estas empresas se han convertido, junto al personal sanitario, en los otros héroes de la crisis del coronavirus.
El personal de todos los supermercados ha permanecido al pie del cañón desde que a principios de semana comenzara a hacerse efectiva la propagación del coronavirus en España, para asegurar que millones de personas puedan llenar sus despensas sin ningún tipo de problema.
Algunas compañías han afirmado ya que, además de asegurar el suministro, están implementando medidas de seguridad tanto para trabajadores como para clientes; y hacen un llamamiento a la ciudadanía para «no comprar aquello que no se necesita, aplicar medidas de higiene básica y mantener la calma».