El portal profesional Prontopro.es ofrece recomendaciones para que el trabajo a distancia siga siendo efectivo; siendo clave el aprender a desconectar.
El mundo laboral está atravesando un periodo que podría representar un profundo cambio de paradigma en cuanto al concepto de oficina. La crisis desatada por el Covid-19 ha forzado a las empresas a reorganizar sus procesos para permitir que los empleados realicen sus labores a distancia. Un método que, aunque inicialmente debía durar solo unas pocas semanas, se ha extendido más de lo que se esperaba, generando consecuencias negativas en muchos trabajadores que encuentran serias dificultades para conciliar la actividad laboral con la vida familiar.
Trabajar desde casa, especialmente por un período indefinido como sucede en la actualidad, puede ser un desafío para algunos profesionales. Para ayudarles a teletrabajar de forma productiva y agradable, Beata Kornasiewicz, Directora de Recursos Humanos de Prontopro.es, ofrece una serie de recomendaciones que cobran aún más importancia ahora cuando el gobierno ya ha anunciado que el trabajo a distancia se deberá mantener, al menos, hasta la fase 3 de la desescalada.
Mantén la rutina de trabajo
En la vida cotidiana, todos terminan teniendo una rutina, incluso aquellos que se consideran poco organizados. Sin embargo, en momentos como el actual en el que la oficina se ha trasladado a la casa, crear o mantener tus hábitos diarios es clave. Por lo tanto, se recomienda que el profesional se despierte, se bañe, desayune y se vista como si fuera a salir a trabajar (no es necesario que sea algo elaborado, al menos quitarse el pijama). De esta manera, es más fácil para el cerebro entender que, a pesar de estar en casa, es hora de trabajar.
Organiza tu tiempo
También se deben mantener los horarios: si se suele entrar en la oficina a las 9 de la mañana, se debe encender el ordenador y empezar la jornada laboral a esa misma hora. La regla también se aplica a la hora de comer y a la hora de descansar: no se debe comer con el ordenador al lado. Beata explica que «ahorrarás tiempo en el traslado hasta la oficina, pero eso no significa que tengas que trabajar más. La sobrecarga de trabajo hace que el empleado pierda calidad de vida, lo que provoca desatención y agotamiento; por ello es clave aprender a diferenciar entre las horas laborales y el tiempo libre». Otra recomendación es organizar tu día desde temprano haciendo una lista de las tareas que debes cumplir.
Espacio apropiado
Para mantenerse concentrado, el empleado necesita encontrar un lugar en la casa donde pueda trabajar. El espacio ideal es uno con buena luz, temperatura agradable y poco ruido. Además, no hay que dejar de lado la comodidad: una silla adecuada y una mesa son objetos simples, pero que traen resultados beneficiosos. Beata también recomienda trabajar con la ventana abierta, pues “el cerebro necesita oxígeno para trabajar de la mejor manera”. Otro punto importante es que el empleado informe a la familia que, aunque está en casa, está trabajando; de esta manera es posible minimizar y evitar las interrupciones y distracciones.
La comunicación con el equipo
Aunque el modelo de trabajo de la oficina en casa separa geográficamente a los equipos, el empleado no debe aislarse del resto de sus compañeros. Es importante utilizar todas las herramientas disponibles para que no se pierda la comunicación. Un diálogo efectivo a través de mensajes instantáneos, correos electrónicos, llamadas o incluso videoconferencias les permitirá estar alineados en todos los proyectos en los que estén trabajando conjuntamente.
Hora de desconectar
Conocer el momento de desconectar es también parte del trabajo. «Estar en casa no significa estar disponible para el trabajo 24 horas al día, 7 días a la semana. El profesional no tiene por qué responder al correo electrónico a las 11 de la noche», aclara la Directora de Recursos Humanos de Prontopro; quien también recomienda utilizar el tiempo libre para mantener las relaciones con los compañeros de trabajo, así el profesional se sentirá acompañado en todo momento. Organizar un almuerzo con los colegas o incluso hacer juegos por videoconferencia pueden ser prácticas muy efectivas para reforzar los equipos.