Hablemos del perfume de Linda vuela a Río

El lenguaje del perfume es complejo, no solo por ese maridaje perfecto que se crea con sus notas olfativas que nos transmiten ciertas emociones. Conversamos con uno de los propietarios de Linda vuela a Río, perfumería nicho de aire retro futurista en el corazón de Valencia. 

Son las 9:30 de la mañana, llego con dos cafés humeantes en mis manos y aunque todavía no han abierto al público, entro directa en Linda vuela a Río, perfumería nicho y de autor ubicada en el número 31 de Gran Vía Marqués del Turia. Me he citado allí con Joaquín Egea, uno de sus dueños para que me cuente todo lo que sabe acerca del fascinante mundo del perfume. “Buenos días, qué rico el aroma del café”, me dice, y a continuación me repite igual que lo ha hecho varias veces por teléfono y whatsapp, que él no es perfumista, ni pretende serlo, que quiere que quede claro en el artículo. Me fascinan estas conversaciones con Joaquín sobre el sector perfumístico, tiene tanta cultura y know-how sobre todo este mundo que tanto le apasiona, se nota en el brillo de sus ojos cuando te está contando el storytelling que hay detrás de últimas creaciones que acaba de encantador espacio. 

Pongámonos en situación. Linda vuela a Río nace en 2002 en Valencia, especializa- da en sus inicios en moda de vanguardia y perfumería de autor, desde 2013 se dedica exclusivamente a la venta de fragancias, velas y productos de cuidado facial y corporal. En marzo de 2022 celebrarán 20 años transmitiendo emociones gracias a la escucha y al trato directo con sus clientes, y pudiendo contar siempre con productos que cumplen sus exigencias de calidad, concepto y diseño. ¿La clave del éxito? Joaquín Egea y Antonio Madrigal, copropietarios de Linda vuela a Río, venden desde sus inicios lo que les gusta, poniendo toda la pasión en este proyecto. Creo que esa es la clave para todo en la vida.