Laura Gärna apuesta por dos claras tendencias en decoración: la armonía de lo simple y la terapia del color

Laura Gärna, CEO de Gärna ha estado investigando con su equipo cómo cambiarán las tendencias en interiorismo y qué buscaremos a la hora de introducir cambios en nuestras viviendas.

No es fácil imaginar cuánto cambiará nuestra vida porque seguramente iremos sabiendo el alcance poco a poco, aunque sí hay algo que debemos tener claro: nuestra casa es y será más que nunca el espacio más importante de nuestras vidas, algo que hemos aprendido en a raíz del Coronavirus.

Laura Gärna, CEO de Gärna, reconoce que en las últimas semanas ha estado investigando con su equipo cómo cambiarán las tendencias en interiorismo y qué buscaremos a la hora de introducir cambios en nuestras viviendas. “Vivimos una época estresante, desconocida, incierta, así que mantener nuestro hogar en orden nos aporta una sensación de control seguro y organizado. Ahora más que nunca podemos y debemos apostar por la comodidad y la calma”, recuerda.

Colores

“Aquí hay dos corrientes muy claras. Quien apueste por la calma o la alegría. Ya existía una tendencia a buscar la serenidad a través del blanco y los tonos naturales, como la piedra o la arena, que inspiran calma y que a partir de ahora estoy segura que será una demanda importante. La paleta serían los tonos cálidos, marrones, verdes suaves y blancos, que vinculamos con la serenidad, el confort y la armonía. Por otro lado, habrá una apuesta muy contundente por los colores, los tonos alegres, a veces incluso flúor en las telas y objetos porque nos transmitirán alegría y emociones cercanas a la temporada estival. Hablo de colores como el amarillo, el verde o el naranja coral o caldero. Cada elección dependerá de nuestro estilo de vida, pero también estará muy ligado a lo que esperamos que sea nuestra casa, a cómo nos queremos sentir en ella, que es algo que siempre consultamos con nuestros clientes”.

Iluminación

“Yo siempre he apostado por la luz indirecta, pero hay algo que tenemos claro: nunca más viviremos de espaldas a la luz natural. Hoy nos parece un lujo, antes a veces la escondíamos con cortinas cargadas, muebles que impedían su proyección o una distribución que la mermaba. Eso cambiará. La luz natural es un lujo en decoración, y más que nunca la suerte de vivir en un país como España nos regala una iluminación que poco tendrá que ver con lo artificial. En este apartado jugará un papel muy crucial la arquitectura. En todo caso, la luz indirecta y cálida seguirá siendo una gran apuesta, sobre todo, con el teletrabajo. En este caso, luminarias de diseñadores icónicos o fetiches serán nuestros aliados en decoración”.

Objetos

“Aquí me inclino mucho más por lo dicho en el apartado de los colores. Buscaremos piezas que nos recuerden un viaje o un momento especial, quizás objetos que teníamos guardados o ignorados en algún rincón, pero que su presencia nos devolverá momentos importantes. Por otro lado, habrá una corriente que se inclinará más por la limpieza, por la sobriedad, por la sensación de ligereza en los hogares, y eso implica también a los objetos. Hay algo que sí tendrá mucho protagonismo y son las plantas. La naturaleza entrará de verdad en nuestro hogar, necesitamos sentir que la vida se consolida en la decoración, y poco nos recuerda tanto este punto como las plantas”.

Arte

“Su valor terapéutico tendrá un valor al alza. Es importante que hagamos un replanteamiento de nuestras piezas en casa porque muchas veces hemos cometido el error de distribuirlas en función de los muebles o, incluso, de adquirirlas en base a los colores de nuestro sofá. El arte será un recreo emocional, un regalo para la vista y lo tendremos para disfrutarlo visualmente. En nuestra galería GAG Art Gallery, donde apostamos por el arte emergente, hemos valorado mucho este punto. No me refiero a piezas importantes o menos importantes, sino a aquellas que nos despiertan sentimientos y que juegan un papel conciliador con ellas”.

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