Sobre una colina en la comarca valenciana de la Ribera Alta, se sitúa la Vivienda 321, con más de 625 metros cuadrados de superficie. Una obra de la firma Ascoz Arquitectura que provoca la misma sensación que un hotel de lujo y un equilibrio entre la comodidad y la sofisticación.
Una construcción envidiable que conjuga la vegetación exótica con una piscina exterior que otorga un estilo exclusivo para sus propietarios. Su estructura se basa en cintas de hormigón, que generan un juego de luces y sombras en sus espacios interiores y exteriores. Entre dichas cintas, se introduce la vegetación que logra dar una imagen fluida y coordinada al edificio. De esta manera, el compromiso de la firma de arquitectura con la sostenibilidad está presente en el uso de materiales nobles y naturales, que otorgan autenticidad a la vivienda.
«Vivir en un oasis. Llegar por la noche y acostarse en el dormitorio como si siempre fueran vacaciones. Esos eran los deseos que nos trasladó la familia que nos encargó esta vivienda. Ansiaban sentirse tan arropados y felices en su propia casa como en un hotel ideal. Dialogamos estrechamente con ellos, cuidamos todos los detalles y procuramos cumplir con todas sus expectativas. La Vivienda 321 les ha permitido abrir un capítulo nuevo en su vida», explica Damián Ascoz, arquitecto y fundador de Ascoz Arquitectura.
La elegancia está presente también en sus muebles y electrodomésticos, en el jacuzzi exterior climatizado, en el bambú del techado de la terraza y en la vinoteca que tiene lugar en el sótano junto al garaje y el gimnasio. Los materiales, las dos habitaciones con sus respectivos cuartos de baño en la planta superior y el diseño de la escalera principal reflejan el hedonismo sin complejos que la familia deseaba para su nuevo hogar.
