Cómo practicar el Slow Tourism en tus próximas vacaciones

Si buscas tranquilidad y alejarte de las aglomeraciones al mismo tiempo que conectas con la naturaleza y descubres parajes poco conocidos, el slow tourism es para ti.

El concepto slow nació en Italia en la década de los 80 como una respuesta a la preocupación por la perdida de identidad y tradición en cuanto al consumo de gastronomía saludable que se había acrecentado con el concepto americano del fastfood. Desde entonces, la filosofía slow se ha ido expandiendo a otras áreas de la vida cotidiana, como el Slow Work o el Slow Fashion. ¿Lo último? El Slow Tourism.

El slow tourism (contrario al turismo de masas) nos propone una forma de viaje más relajada, sin prisas. El objetivo es desconectar de la rutina para conectar con uno mismo y con el lugar, su cultura, su gente… De esa forma, se establece una relación de respeto donde la experiencia se basa en disfrutar de los pequeños detalles y garantizar el bienestar propio y del medio.

Aunque hay muchas formas de practicas esta forma de turismo, el barco es una de las opciones más demandadas. Según datos de Travellyze, la plataforma de inteligencia turística del grupo ITG, el interés para reservar embarcaciones para hospedarse este verano ha aumentado exponencialmente. La empresa Click&Boat impulsa esta forma de turismo a través del alquiler de barcos con o sin patrón, y nos propone cinco planes para practicarla:

1. Desconectar y reconectar con la naturaleza

Una buena idea es alquilar una embarcación Click&Boat y visitar reservas naturales. Como por ejemplo las Islas Columbretes, de origen volcánico, ubicadas en el Mar Mediterráneo, para explorar la flora y la fauna del lugar.

2. Practicar un voluntariado durante las vacaciones

El turismo slow también busca tener un impacto positivo para la comunidad, apoyando y contribuyendo a los proyectos locales. En la ciudad de Valencia se puede hacer voluntariado medioambiental. La asociación BIOagradables, un colectivo de voluntarios activistas por el medio ambiente lleva desde 2012 organizando de manera mensual limpiezas de playa.

3. Saborear la gastronomía local y apoyar el pequeño negocio

Una opción es Menorca, la cual ha sido reconocida como «Región Europea de la Gastronomía 2022». Visitar cualquiera de sus calas para sumergirse entre aguas limpias y cristalinas es una experiencia única. Una vez hayamos desembarcado en la isla, podremos degustar sus productos como pescado, mariscos, frutas y hortalizas.

Cala Galdana, Menorca

4. Experimentar una etapa costera desde otro punto de vista

Una opción imperdible es el Grand Tour de Cataluña: aunque normalmente se realiza en coche, el barco se presenta como una gran opción para vivir algunos tramos de la experiencia desde otro punto de vista. Las calas de agua cristalina y los puestos pesqueros de los pueblos del Mare Nostrum invitan a relajarse y disfrutar de la vida mediterránea.

5. Desvelar los secretos de la costa con un giro de timón

Un barco es la clave para disfrutar de las calas más recónditas, aquellas que nos ponen muchas barreras para acceder a través de otros medios por culpa del aforo, el desconocimiento o la inaccesibilidad del terreno. Y es que el navegante tiene el privilegio de disfrutar de las virtudes de las calas más secretas desde la absoluta intimidad de su embarcación.

Ahora que ya sabemos qué es el slow tourism y cómo llevarlo a cabo, ¡no podemos tener más ganas de que lleguen las vacaciones!

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